Como era de esperar, algo inesperado sucedió durante la inauguración del Festival Carismonía: esa risueña chica había colocado minuciosamente botones por todas partes, obviamente solo para este momento.
999 bombas de neutrones imaginarias... en serio, ¿cómo diablos consiguió tantas armas de destrucción masiva? Pero, en cualquier caso, como miembro de los Anónimos, tienes el deber de proteger los dulces sueños: sigue las pistas y supera la crisis lo antes posible.